lunes, 20 de febrero de 2012

Francisco Moltó Esquembre presenta : "ROSTROS DE CIUDAD" . FOTOGRAFÍAS 1962 - 2009




















El miércoles 22 de febrero a los 20 horas en el MUVIM Francisco Moltó Esquembre presenta : "ROSTROS DE CIUDAD" . FOTOGRAFÍAS 1962 - 2009
Se trata de una muestra antológica de 100 fotografías que repasan casi 50 años de incansable labor fotográfica de este humilde artesano de la fotografía. Nuestro amigo Paco Moltó se merece estar bien acompañado en un día tan especial. Otro humilde colaborador ( el que estas letras escribe) le ha ayudado en el montaje de la exposición bajo el seudónimo de "El comisario Font de Mora". Hacer el esfuerzo de venir y, por si acaso, llevar algunos tramussos en los bolsillos.


Francisco Moltó Esquembre (Valencia, 1939). En esta exposición, centrada en sus trabajos de reportaje viajero, podemos ver casi cincuenta años de su obra (1962-2009), una visión extensa de su “viaje interior”. Se han dejado aparte otras facetas creativas como son el paisaje y el retrato de estudio, pero es su vertiente de reportero de lo cotidiano donde mejor desarrolla el arte de la fotografía.
A Francico Moltó se le podría clasificar como una rara avis, en vías de extinción, enamorado de su pasión, la fotografía, siempre con una cámara bajo el brazo (analógica para más señas). Artesano de la fotografía como él mismo se define, recoge la mejor tradición de la fotografía espontánea, siempre en blanco negro y positivada por el propio autor en el estudio instalado en su casa, realizada en exteriores –la calle, los bares, los museos, el metro…– y se podría encuadrar en lo que se llamó “Candid Photography”. Dicho movimiento, iniciado por el fotógrafo Erich Salomon y continuado por Weggee, Henri Cartier-Bresson o René Burry entre otros, se basa en la versión más pura del reportaje documental, centrando su atención de una manera discreta y lejos de la escenificación.
Alejado de otros países más exóticos (léase África, India...) se centra en el mundo de lo cotidiano más próximo (Alemania, Austria, Hungría, España, República Checa, Inglaterra, Italia, Francia, Portugal, Estados Unidos...). Lejos de retratar el mundo mágico de los países lejanos, se centra en lo cotidiano real de nuestra cultura occidental.
Sus fotografías tienen la frescura de lo auténtico y nos transportan a la realidad misma, nunca manipulada, jamás preparada. Hay en su obra un cierto regusto triste, como nostálgico; la soledad, la mirada amarga, que transciende una crítica social realizada con un humor cargado de ironía que dan a sus creaciones un punto de originalidad que lo convierten en un fotógrafo único, que se sale del molde de lo tradicional. Al igual que uno de sus grandes referentes fotográficos, el gran maestro Henri Cartier-Bresson, su afición por la pintura hace que sus fotografías se aproximen al concepto impresionista de los cuadros, a esa captación del “instante decisivo”.

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